En algún punto, los arreglos volvieron a ser trío. Más precisamente, mientras que a los hombres les encantaba el tiempo a solas, no disfrutaban tanto de los tiempos más escasos que tenían con ella.
Verlos tener sexo con otras en la misma habitación era mejor que estar solos en su propio cuarto, preguntándose qué estaría haciendo ella con otros hombres.
Resulta que esta vez eran Kaize y Cauis, los primeros con los que tuvo tríos en esta vida.
También parecían cooperar mejor y miraban a la hermosa Khalifa, que actualmente estaba echándose una siestecita en el sofá. Aunque se despertó cuando se acercaron, regalándoles una hermosa sonrisa.
—¿Tuviste una buena siesta, mi amor? —preguntó Cauis, inclinándose para besarla. Ella asintió, y Cauis se hizo a un lado para que Kaize también pudiera probar.
—¿Son ustedes dos esta noche? —preguntó ella, aún medio atontada.
—Hmn —dijo Kaize riéndose de su ternura. Se preguntaba cómo la follaría esa noche.