Khalifa frunció los labios y tomó su mano. Cerró los ojos y usó su habilidad para revisarlo.
Kylo observó sus acciones atentas con ojos cálidos. Realmente quería besarla hasta llevarla al olvido.
—Tienes un desequilibrio de electrolitos —le dijo ella—. ¿Cómo es eso?
Kylo la miró con culpa. —Estuve muy ocupado y… —También había tenido mucho sexo. Lo cual fue seguido de cerca por un día continuamente agotador y apenas comer, causando así el desequilibrio de electrolitos.
Khalifa lo miró con lástima. Si fuera en cualquier otra situación, se habría ofendido, pero ahora solo le calentaba el corazón.
—Entonces el agua no servirá —dijo ella—, y levantó su mano para hacer algo.
Él pensó que ella sacaría alguna bebida isotónica de su espacio o algo así.
Nunca en su más salvaje imaginación pensó que sería ir hacia su camisa para levantarla.