Anastasia despreciaba a las personas con una boca muy poderosa, escuchar a la Pequeña Té Verde llamar a Greyven hermano tras hermano, la ira se encendía en su corazón.
—Cállate tú, Greyven no tiene una hermana como tú, ¡no te trepes en la relación aquí!
La Pequeña Té Verde quedó atónita por el desprecio, con una expresión resignada en su rostro, sin saberlo, habrías pensado que había sufrido algún abuso inhumano.
Buscando ayuda, miró hacia Greyven, pero se dio cuenta de que Greyven no le prestaba atención en absoluto, y seguía mirando a Anastasia.
Afligida por el desprecio, la Pequeña Té Verde extendió la mano para tirar del abrigo de Greyven, solo para que Anastasia, celosa, se la soltara de un manotazo.
Anastasia se sentía de muy mal humor en este momento, esta maldita té verde aún tenía que acercarse a ella, ¿no es eso como poner su cara para que ella la golpee?
—Deja de mirar a Greyven con tus ojos patéticos, él no se va a descorazonar.