Un dolor se disparó por el pecho de Rosina y subió hasta su ojo izquierdo. Brilló un verde intenso e iluminó el oscuro bosque. Fueron solo unos segundos, pero Rosina sabía lo que significaba.
—¡Se activaron los poderes! —Rosina susurró conmocionada. No podía creer que el poder se hubiera desbloqueado aunque no revisó a Draco; en cambio, había sufrido un desamor.
—¿Esto significa que solo necesito aceptar que tengo una pareja y quién es? —Rosina murmuró para sí misma. Pasó un rato antes de que su cerebro pudiera procesar sus pensamientos y una sonrisa apareció en sus labios.
—¡Eso es genial! ¡No necesito anunciar que él es mi pareja! —Rosina exclamó con deleite. Aunque el dolor en su pecho todavía estaba ahí, se enfocó en el objetivo que tenía por delante.