—Lucía miraba con ira el coche de Gastone aparcado afuera —. ¿Quería enfrentarlo, gritarle por ser parte del negocio inhumano? Le dolía el corazón saber que la persona en quien pensó que podría depender potencialmente era la misma persona que odiaba.
—Gastone vio a Lucía de pie junto a la puerta con una expresión facial terrible. Él solo pensó que ella todavía estaba de mal humor y nada más. Se apoyaba en el costado del coche, esperando a Lucía y le abrió la puerta.
—Tsk —Lucía chasqueó la lengua antes de ofrecer una sonrisa—. Como sabía lo que Gastone había estado haciendo a sus espaldas, quería usarlo para recoger detalles adicionales también.
—Vamos antes de que regrese la lluvia. No querrás mojarte, ¿verdad? —Gastone dijo y abrió la puerta, haciendo un gesto para que Lucía entrara.
—Lucía se encogió de hombros mientras entraba. Intentó por todos los medios calmarse y no estallar contra Gastone. Tomó varias respiraciones profundas y esperó a que él entrara.