Lucía despidió a Daniel con la mano mientras ingresaba a su tienda. Suspiró mientras caminaba hacia su habitación.
—Ah~ ¿De verdad es Gastone? ¿Por qué está aquí? —Lucía se susurró a sí misma mientras se cubría el rostro enrojecido.
Los recuerdos de cómo Lucía chupaba y ordeñaba a Gastone surgieron de su memoria, y eso la puso cachonda. Se alcanzó entre las piernas pero no pudo darse placer debido a la cantidad de tela interior que llevaba puesta.
—¡Debo concentrarme! —exclamó Lucía en voz alta. Respiró hondo varias veces para relajarse antes de quitarse la ropa para ducharse.
El cuerpo de Lucía tembló mientras miraba su forma desnuda. Sus ojos bajaron a su coño, imaginando la cara de Gastone entre sus piernas.
—¡AH! ¡NOOO! —Lucía agarró su cabello y comenzó a tirar de los mechones para dejar que el dolor la distrajera.