Babi se despertó en su propio apartamento. Se sentó y se agarró la cabeza ya que un fuerte dolor de cabeza le estaba haciendo estallar el cerebro.
—Ugh, ¿acabo de tener una horrible pesadilla? —Babi susurró mientras forzaba su cuerpo a levantarse. Sentía que las articulaciones y músculos de su cuerpo le dolían y gritaban la necesidad de descansar, pero pensó que era porque había dormido demasiado.
Babi dio un paso, pero inmediatamente se encontró con el suelo con un fuerte golpe.
—¡Mierda! ¿Qué me está pasando? —Babi murmuró mientras intentaba levantarse pero se dio cuenta de que no tenía energía.
Al final, Babi decidió arrastrarse hasta su cama. Fue entonces cuando se vio a sí misma en el espejo que tenía enfrente.
Babi vio lo delgada y desnutrida que estaba. La belleza que más le importaba había desaparecido de su rostro, y eso la hizo gritar de shock.