Lucía pensaba en lo que Navin le había dicho. De alguna manera, nunca consideró sus propios sentimientos hacia Gastone ya que se enfocaba más en la atención que él le brindaba.
—¿Me gusta él? —se preguntaba Lucía mientras se mordía las uñas. Estaba picando champiñones como ingrediente para la cena. No había visto a Gastone después de lo que sucedió en el baño, lo que la preocupaba.
—Quiero decir... No es que sea malo, ¡pero tampoco bueno! —exclamó Lucía mientras rodaba los ojos. Siguió picando y no se dio cuenta de que Gastone estaba detrás de ella.
—¿¡Quién lo va a querer!? ¡Yo no! —gritó Lucía y golpeó el cuchillo contra la tabla de cortar con fuerza. De alguna manera, se enfadó sin razón ya que no entendía sus emociones.
Gastone permaneció en silencio. Sus hombros se hundieron como si su energía se hubiera agotado de repente. Sabía que Lucía no le quería, pero oírlo directamente de su boca lo destrozó.