Gastone regresó de su carrera matutina para ejercitar su cuerpo y mantener su físico. Se secó el sudor con su camiseta mientras volvía a la casa para ducharse.
Cuando Gastone pasó por la sala de estar, vio a Lucía sentada en el sofá leyendo un libro, pero tenía las piernas abiertas mientras llevaba un vestido corto.
Gastone rápidamente giró la cabeza hacia el otro lado para evitar que su pobre c0ck se endureciera. Ignoró a Lucía y fue directo al baño.
—¡Tsk! —Lucía movió su lengua en señal de fastidio porque Gastone ni siquiera la miró un segundo para darle la atención que ella quería.
—¿Qué le gustan los hombres o qué? —Lucía rodó los ojos enojada. Pensó en un nuevo plan para llevar a Gastone a sus límites.
Por otro lado, Gastone temblaba en la ducha. Después de recordar lo suaves que eran las piernas de Lucía, miró su c0ck, que creció como un champiñón.