—¡Ah! —Felicia tomó respiraciones profundas mientras se apoyaba contra el árbol. Delante de ella estaba Paku intentando recuperar el aliento también. Huyeron del pozo tan rápido como pudieron cuando escucharon múltiples pasos acercándose.
—Dime, Felicia. ¿Qué haces en esta manada y cuáles son tus intenciones? —Paku preguntó seriamente mientras se arrastraba hacia Felicia. Ella había mostrado su carta y quería saber qué podría obtener a cambio.
—Para detener la guerra antes de que suceda. No necesitamos más muertes inútiles en ambos lados —respondió Felicia sin dudarlo. Era su propósito en primer lugar.
—¡Eh! Eso es aburrido y básico. Casi nadie quiere que ocurra otra guerra después de lo que pasó la última vez —Paku suspiró mientras negaba con la cabeza. Se refería a la última guerra que derrocó a los Antiguos Monarcas.
—Sí, pero si no la detenemos, habrá más derramamiento de sangre —dijo Felicia y apretó su puño.