El cielo brillante se tornó gris mientras las nubes cubrían el sol. Todos pensaron que sería otro día de mal clima, pero estaban equivocados.
El sol desapareció y fue reemplazado por la Luna. Su luz bañó el reino en rojo como la sangre.
Todos los que vieron lo que había sucedido entraron en pánico por sus vidas, ¿pero adónde podrían ir?
La Luna Sangrienta finalmente ha comenzado.
Rosina salió de la casa de Orso llevando un orbe. Los había creado en uno de sus guerreros. Su cuerpo estaba cubierto de sangre, pero no le importaba.
Después de todo, todos estaban más preocupados por sus propios asuntos que por verificar cómo estaba ella.
Rosina miró al cielo. Recordó lo que Vanda había dicho sobre el 'ser' y sus objetivos.
—Soy la muñeca —susurró Rosina con una sonrisa. No estaba enojada ni odiaba la idea. Más bien, estaba divertida y emocionada por lo que sucedería a continuación.