—Los caballeros buscaron a Draco desde que fueron al bosque para atacar a la 13.ª manada justo cuando Rosina llegó de vuelta al campamento —pensaron que Rosina había ido allí de nuevo.
«No esperaré por ellos», pensó Rosina y empezó a caminar lejos. Sentía la necesidad de estar en acción en lugar de estar parada.
—Necesitas aceptar a tu pareja.
La voz de Vanda resonó en la cabeza de Rosina. El pensamiento de tener que buscar a su pareja le estaba drenando la energía.
—¡Ah! ¿¡Por qué tengo que hacer eso!? —gritó Rosina frustrada. Se arrodilló en el suelo y arrancó la hierba para desahogar sus emociones.
Los caballeros y sirvientes alrededor se asustaron de la voz de Rosina. Era la primera vez que escuchaban la voz de Rosina tan alta.
—¿Qué hiciste? —la voz de Draco habló detrás de ella. Vestía una armadura con su espada colgando al costado. Miró a Rosina con una mirada fulminante, mostrando que estaba enojado.