**Harper**
El viernes se sentía absolutamente fenomenal.
La oficina de Milagros era un volcán en erupción de vítores y gritos mientras todos se reunían en el último piso del edificio, viendo cómo el tráiler se estrenaba en vivo en el puerto emblemático. La revelación oficial del debut público de su nuevo producto fue tan dramática como cualquiera podría haber imaginado, y cien veces más exitosa. Los directores del proyecto estaban tan emocionados que incluso ordenaron una caja de champán en el acto, convirtiendo la última noche de la semana en una gran celebración.