—¡Ejem, ejem! —Jackson se aclaró la garganta frente a todos después de llamar su atención.
La confusión no estaba plasmada solo en sus pocos invitados, sino también en la familia de Fil. Los invitados se miraban entre sí y luego miraban a Jackson con desdén. Era claro como el día que los nuevos amigos de Fil lo despreciaban apasionadamente. De no ser por Fil, no habrían venido ni aunque la sede fuera un hotel de lujo o una isla exclusiva. Jackson no valía la pena. De ahí, explicaban sus expresiones.
—Sé que hoy es el cumpleaños de Eli, pero ya que todos son amigos de Fil, quiero ahorrarle el problema de llamarlos uno por uno después de esta noche —la cara de suficiencia de Jackson merecía una mirada desagradable de todos, excepto de su familia. Se relamió los labios y sostuvo el brazo de Fil, levantándolo para mostrarles el anillo en su dedo.
—Ella dijo que sí —anunció, sonriendo de oreja a oreja.