Punto de vista de Jazmín
Después de mi encuentro con la Princesa Coral, me alivió salir de la habitación.
Su interrogatorio había sido intenso y era como si esperara atraparme.
Levanté la vista y vi que casi era la puesta de sol.
¡Había convocado a mi ave!
No podía quedarme con alguien ni en ningún lugar en absoluto.
Necesitaba estar en algún lugar donde nadie pudiera venir.
Si llegaba la puesta del sol, el ave volaría hacia mí dondequiera que estuviera y verían que yo poseía un ave de convocación.
Comencé a caminar de un lado a otro preguntándome dónde podía ir.
No podía ir al lago.
Era bastante lejos y no podía arriesgarme a ir allí con demasiada frecuencia.
Necesitaba estar en algún lugar completamente diferente.
Entonces recordé que había un viejo castillo abandonado cerca del nuestro.
Era una extensión de la manada, pero estaba abandonado y en ruinas.
Incluso había visto cuervos sobrevolando.
Si iba allí, nadie sospecharía de mí.