Xaden observó a Jasmime caminar adelante, tambaleándose de hecho.
Acababa de asesinar a su padre.
Finalmente lo había matado, después de todos estos años.
Y lo peor, era que no sentía nada.
Absolutamente nada.
Entonces Erik lo encontró en la puerta.
—¿Qué pasó? —preguntó Erik.
—Está muerto —dijo Xaden.
Erik asimiló la información y luego preguntó —¿Cómo te sientes?.
—Vacío —respondió Xaden.
Y entonces miró de nuevo hacia la habitación y vio a su hermana.
Su corazón se ensanchó con emociones abrumadoras.
Y entonces fue hacia ella.
Estaba a punto de echarle los brazos y darle un abrazo muy apretado.
Pero entonces ella pareció incómoda y entonces él simplemente se quedó parado.
—¿Está…? —Ella le preguntó.
Él asintió suavemente.
Y entonces hubo un dolor genuino en sus ojos.
Él entendió, después de todo, ¿quién podría culparla?
Ella había crecido toda su vida pensando que esta gente era su familia.
Y aún así él estaba enojado.