Erik salió apresurado de la cabaña dejando a Jazmín adentro.
Ella suspiró triste por haber sido dejada atrás.
Luego el barco se sacudió nuevamente y escuchó romperse y quebrarse algo, junto con gritos desde arriba.
Se volvió muy ansiosa mientras estaba sentada sin saber qué estaba sucediendo.
Luego se volvió hacia el Kire que yacía a sus pies.
—¿Crees que deberíamos echar un vistazo? —le preguntó.
Él levantó una ceja ante su suspiro.
—Eso lo tomo como un sí —dijo ella y se levantó de prisa y subió los escalones.
Kire fue obediente detrás de ella.
Una vez que llegó a la cubierta, quedó en shock al ver lo que había allí.
Los hombres corrían y gritaban y el barco navegaba en medio de la tormenta.
Había una tormenta muy fuerte y llovía por todas partes.
Tiraban y tiraban fuertemente de las velas y sostenían la borda.
Intentando ganar control del barco.
—¡A barlovento, liberen las velas hacia el oeste!
Ella se giró rápidamente y vio a Xaden.