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—¿Separaste a tu lobo de tu cuerpo? —preguntó Xaden—. ¿Por ella?
Erik lo miró.
Decepción escrita en su rostro. —Mírala Xaden. Ahora dime si tú o alguien sensato debería dejarla desprotegida después de lo que ha pasado.
Xaden se quedó en silencio.
—Sé que estás de luto y esta es tu manera de mostrarlo —comenzó Erik—. Pero no dejes que eso te supere o te ciegue ante…
Xaden levantó las manos, interrumpiéndolo en plena oración.
—Pedí que se cumplieran sus necesidades y aún así alguien me desobedeció. Será castigado —dijo Xaden—. Pero si deseas quedarte con ella hasta llegar al muelle, así será. Pero tendrás su vida en tus manos. Cualquier cosa que le pase será culpa tuya. ¿Entiendes?
Erik asintió. —Entiendo.
Xaden se mantuvo erguido como el Alfa que era.
—Me aseguraré de que el lobo que me faltó al respeto no quede impune —y sin volver a mirarla, Xaden subió la escalera y se fue.
Ned miró a Erik.
—Continúen trabajando —dijo Erik dando la señal de continuar.