```
PUNTO DE VISTA DE ERIK
Era verdad, a pesar de cuánto amaba a su esposa, los dioses no los habían predestinado a ser compañeros.
Difícilmente podía imaginar amar a alguien más si no era ella.
Se sentía completo con ella, entero.
No le importaba quién fuese su compañera allá afuera.
Era esta mujer la que estaba frente a él, de pie con su vientre abultado, la que él admiraba.
También había sido inusual porque los lobos raras veces se casaban con personas que no eran sus compañeros.
La razón por la que se les aconseja casarse con sus compañeros y hacer que su lazo de apareamiento encajara era porque un lobo se haría más fuerte:
Debido a que justo se había casado con su compañera, ni siquiera había desbloqueado aún su pleno potencial y de ser un Alfa.
—Olvida esos sueños —dijo—. Nunca te pasará nada, no mientras yo esté aquí contigo.
Ella suspiró. —Me has hecho una promesa y estás atado por tus palabras y nunca se te permitirá romperla.