Uther observaba con incredulidad.
—P-pero ¿por qué vas a la isla de los licántropos? —preguntó Uther horrorizado—. Nadie ha salido vivo de allí.
—Has oído hablar de ello —dijo Xaden con la esperanza de obtener más información en sus ojos.
Y entonces se dio cuenta de que Xaden quizás no sabía nada acerca de ese lugar al que iba y que se embarcaba en una misión a ciegas.
—Sí, lo conozco. Es mortal —dijo tratando de asustar a Xaden y hacerle cambiar de opinión—. Hay un rey no muerto y su ejército. Tienes que entender que si te vas no saldrás con vida. Nadie lo ha hecho nunca.
Xaden esbozó una débil sonrisa. —He oído la leyenda. Pero lo que necesito recuperar es mucho más importante.
—Buscas la copa de la vida —dijo Uther—. Ningún hombre la ha encontrado jamás. Quizás la historia sea solo un mito.
—Es un riesgo que estoy dispuesto a correr —respondió Xaden mientras intentaba marcharse, pero Uther bloqueó su camino.