Xaden colocó con mucha delicadeza a Jazmín en su cama.
La había llevado a su habitación y Loren y los otros guardias entraron detrás de él.
Ella estaba quieta y luego él se sentó a su lado mientras Loren flotaba alrededor intentando revisarla.
Luego se volvió hacia los hombres. —¿Dónde está la hoja que se usó con ella?
Alguien se la entregó y luego Loren volvió a examinarla.
Él miró a Xaden con ojos inciertos.
—Necesito espacio —dijo Loren—. Necesito que se despeje el lugar y necesito privacidad.
Xaden se tensó instantáneamente. —No la voy a dejar.
—No te he pedido que lo hagas —Loren negó con la cabeza—. Solo te estoy diciendo que me des un tiempo a solas con ella. Tu presencia aquí no está aliviando ninguna tensión, te lo aseguro.
Xaden dudaba mucho en irse.
—Estaré en silencio —prometió Xaden—. Ni siquiera notarás que estoy aquí.