Xaden simplemente se quedó de pie mientras ella lentamente avanzaba hacia él.
Él conocía esos ojos, ese rostro los había visto hace años.
Habían quedado grabados en su cerebro cuando descubrió que ella era su primera compañera.
Instintivamente, dio un paso atrás.
Ella extendió su mano hacia él.
—Xaden soy yo —repitió—. Lily.
Apenas podía tragar, su garganta estaba completamente seca y no tenía palabras.
¿Primero su tío y ahora esto?
Esto era un sueño.
Estaban todos jugándole bromas.
Alguien estaba jugando con su mente.
—No eres real —dijo él—. Estabas muerta. Yo te vi.
Ella sacudió la cabeza. —Viste lo que se suponía que debías ver.
Él alzó una ceja, confundido.
Él estaba desconcertado.
¿Qué estaba pasando aquí?
Él sentía como todo en su cuerpo temblaba de ansiedad, de incertidumbre
Xaden, que siempre estaba seguro.
Xaden, que nunca dudaba de sí mismo, ahora se encontraba en una encrucijada.
Aún parecía incrédulo y entonces se giró hacia sus hombres buscando apoyo.
