Erik se masajea la sien, inseguro de qué decir.
—Creemos que la persona que mató a Alexander es la misma que envió al asesino —dijo Elena.
Entonces Erik miró las ventanas abiertas. —¿Así que fue por aquí por donde salió?
—Probablemente sacó el cuerpo por aquí —dijo ella—. Porque no hay señal de él.
—Pero llevar el cuerpo sería demasiado pesado, ¿no? —preguntó Loren.
—A menos que —dijo Elena mientras caminaba hacia la mesa. La tocó y pasó el dedo por la superficie de la mesa.
Ella la olió. —Es polvo. Fue desintegrada en nada. Ya no queda cuerpo.
Erik salió de la habitación y regresó con dos guardias.
—Reúnan a tantos hombres como puedan para buscar en los pisos inferiores. Escapó por la ventana —les dijo.
Asintieron y se fueron.
Erik iba y venía, con las manos en la cintura.
—Esto no tiene sentido —dijo—. Si la persona ya hizo tanto como usar efectos para ocultar sus pasos y montar una trampa a Xaden, entonces ¿por qué se molestaría en matarlo? No tiene sentido.