HACE UNAS HORAS.
Los pájaros chirriaban y cantaban haciendo su discusión matutina.
Fue el dichoso parloteo lo que despertó a Jazmín.
Ella abrió los ojos lentamente y vio que se había quedado dormida en el pantano.
La naturaleza sonaba tan tranquila y pacífica.
Esta era la primera vez que tenía la oportunidad de dormir en la dulce y natural hierba del exterior.
De vuelta en la manada, la habían prohibido estrictamente salir porque tenía que permanecer oculta.
Pero aquí, aunque era una esclava y la propiedad del Alfa Xaden, nunca había sido tan libre, había incluso hecho cosas que nunca había tenido la oportunidad de hacer en su hogar.
Sintió los hermosos rayos de sol sobre su cuerpo desnudo y no eran ásperos, sino cálidos y seductores.
Hizo un movimiento y entonces sintió un brazo firme alrededor de su cintura.
Se paralizó y luego se giró y vio a Xaden profundamente dormido a su lado.