—Yuki salta del sofá:
—Hermano Claude, Nao, ¿podrían decirme qué les pasó a los conspiradores?
—Ah, esos imbéciles. Después de que volví de la misión que madre y padre me enviaron, cacé a tantos como fue posible y los maté uno por uno. Estaba furioso porque no podía encontrarte a ti ni a nuestros padres. Mi primer pensamiento fue que esos hijos de puta habían hecho algo, pero luego noté un cambio en Cedric, y le pregunté sobre ti —Claude suspiró.
—Mis exactas palabras fueron: ¿Quién es esa y está buena? —Cedric negó con la cabeza—. Me gusta necesito el sexo. Ya está decidido dónde vamos a asesinar a Claudia y, lamentablemente, ninguno de ustedes podrá estar presente.
—Yuki dio unas palmaditas a Claude y miró a Nao—. En cuanto a mí, también cacé a unos cuantos, pero fue porque me perseguían. Tuvieron la audacia de llamarme sanguijuela. ¡Prefiero escuchar el plan!