Cedric se despertó con un golpe en la puerta, y cambió a Yuki de posición para que se acostara en la cama y salió de ella, dirigiéndose a la puerta. Salió y vio a Adam y Naomi. —Ella está bien ahora. La curé y le di mi sangre. Estábamos descansando. Voy a volver a dormir un poco más. Ustedes dos son libres de hacer lo que quieran.
—Me alegro de que esté bien. Trajimos todo el pastel que ella recibió con la ayuda de Iris y Rosa. Son buenas criadas. No las vas a mantener atadas a ti, ¿verdad? —Naomi miraba a Cedric con expresión interrogante.
Bostezando, se tapa la boca. —Le di a Yuki la decisión sobre los lazos. La única esclava a la que quiero atada a mí es Yuki —Cedric miró a los dos. Al ver sus expresiones, salió de la habitación, cerrando la puerta silenciosamente—. ¿Hay algo más que deban decirme?
Naomi miró a Adam y luego a Cedric, —esa perra dijo que encontraría el castillo y lo quemaría hasta los cimientos. Sé que no todos pueden verlo, pero ¿ella podría?