—Esto es perfecto, muchas gracias. Me alegra que tenías algo. Puedo tomarlo negro, pero prefiero endulzarlo un poco —Sam añadió una cucharada de azúcar, después crema, revolvió la bebida, probó un sorbo y suspiró de felicidad. Dejó la taza y empezó con el sándwich.
Cedric tragó el café y tiró la taza, y volvió a teclear en la computadora. Tras terminar todo, ajustándolo para que no hubiera huecos legales, presionó imprimir y comenzó con la transferencia de autoridad. Rápidamente tecleó todo y programó que entraría en efecto en una hora. Sería el momento en que Adam, Yuki y Claudia regresarían. —Está bien, puedes irte en treinta minutos. Tengo lo que necesito para preparar. Solo necesito ese tiempo para terminar el resto.
Yuki sonrió cuando le colocaron el gran parfait de fresa delante de ella. —¡Gracias! ¡Se ve increíble! Si no se derretiría, pediría dos de estos para llevar —dijo.