Al olor de la sangre, Naomi se abalanza y bebe la sangre que salía de la herida. Lamió la herida y miró hacia él.
—Lamento decir que no sé, pero casi todos en el castillo ya se han ido. Solo quedamos nosotros dos. Tendré que llevarte al mercado de esclavos. Es la única forma de que Cedric te compre —Claude la miró con ojos tristes—. Lo siento.
—No, si esto es lo que debe hacerse entonces estoy dispuesta. ¿Sabrá Cedric quién soy? —ella mira a Claude.
—Desafortunadamente no, pero creo que algún día lo sabrá —Claude tocó su mejilla y la palmoteó en la cabeza—. Ella también me hace falta, pero tú y yo sabíamos que esto llegaría.
—Entiendo. Haré lo que pueda para sobrevivir —Naomi se inclinó ante Claude y le permitió esposarla. Los dos entraron en una limusina, y ella fue llevada al mercado de esclavos.