—Esa jodida puta está jugando con cosas serias —Cedric golpea el coche—. Y deja caer la magia—. Entonces, ¿qué tipo de problemas te está causando esa zorra? Si me conviene, podría estar dispuesto a ayudarte.
Yuki toca el vidrio y ve que Cedric estaba actuando de manera extraña, y se apoya en el cristal esperando que él pudiera sentir su presencia y calmarse un poco.
—¿Por qué no calmas a tu chica y la sacas? Te juro que no le pasará nada. Si le pasa algo, puedes hacer lo que quieras conmigo —Vito levanta sus manos y luego deja su pistola en el suelo.
—Cedric pulsa el botón de abrir puertas del coche, mueve el asiento hacia adelante y tira de Yuki hacia sus brazos—. Está bien. Esto es solo otro lío que tengo que limpiar de parte de mi tía. No estoy nada impresionado ahora mismo —La ayuda a salir del coche, y ella mira al hombre y se coloca ligeramente detrás de Cedric.