Cedric levantó a Yuki y desapareció de su vista, llevándola a su habitación en el barco.—La luz del día te está lastimando después de absorber toda esa luz de la luna. No quiero que sufras. Puedo sentirlo, igual que puedo sentir tus emociones que son un poco más poderosas que anoche. ¿Hay algo que quieras hacer?
—Dormir, estoy tan cansada de todo lo que sucedió. Sé que puedo quedarme despierta, pero estoy agotada —Yuki se estaba agarrando de su cuello.
Cedric la llevó a la cama y con un chasquido de sus dedos ambos aparecieron en pijamas. Primero, la acostó y luego se metió él al lado suyo y la atrajo hacia él—. Tú y yo estamos ambos agotados. Usé mucha magia que no tenía intención de usar y la luna llena fue tan divertida que la disfruté muchísimo —Cedric les cubrió a ambos con la manta.
Yuki se acurrucó en su abrazo y luego, mientras se acomodaba, sus ojos se cerraron hasta que se desmayó.