—Hola, cariño. Sé que es mucha información. Quiero que tengas algo de ambos. Son tatuajes especiales que te protegerán contra lo que está por venir. Te los transferiré ahora. Ivy, por favor, abre la caja —Ryan hace una pausa—. De mí para ti. Estos sellos de tatuajes te protegerán contra el daño que está por venir. Que sepas que fuiste creada para convertirte en parte de mi hija de sangre.
Las marcas de los tatuajes flotaron desde la caja y fueron hacia el cuerpo de Yuki. Ella extendió sus manos y dejó que se posaran sobre su piel. Se puso de pie y dejó que el fénix cubriera su espalda. Poco a poco fue recibiendo todas las marcas y luego brillaron de color morado —Gracias, padre, madre. Haré lo que ustedes dicen.