—Entonces, Susan —observó cómo Susan saltaba del susto—. ¿Qué quieres?
—Yo-yo... esperaba preguntarte por qué mataste a mi esposo que me fue infiel —Susan tenía dificultades para decir las palabras y su cuerpo temblaba mientras Yuki la interrogaba.
—Ese hombre iba a intentar destronar a mi novia. ¿Crees que permitiríamos que eso sucediera? —Cedric besó a Yuki por detrás y le dejó un chupetón en el cuello.
—Como dijo Cedric, estaba planeando destronarme y yo no iba a caer sin pelear. No se puede hacer nada sobre una lucha por la sucesión entre los reales. Es bastante común. Tengo derecho a proteger lo que es mío —Yuki extendió una mano y vio que Susan se encogía.
—Escucha, no hay ninguna posibilidad de que salgas viva de este barco. Has estado alimentando a Yuki de miedo y eso te convierte en un blanco perfecto para un ataque. No mereces vivir ya que vendrás tras ella cuando despejes tu mente —Cedric la soltó y miró a Susan.