—Corrección, nuestro lugar, Yuki. Lo que es mío es tuyo. Tú y yo estamos atados y tenemos mucho en este mundo juntos —Cedric le pasó el frasco.
—Tienes razón, nuestro lugar. Esta es nuestra vida hasta que no quede nada —Yuki tomó el frasco, sacó el corcho y bebió la sangre que había dentro. Apoyó su cabeza en el regazo de Cedric mientras perdía el enfoque.
—Que aún me ames después de que todos tus recuerdos regresen... —Cedric dijo esto mientras la veía caer bajo los recuerdos de la sangre.
—Comienza el Recuerdo
Yuki sale de su habitación cubierta de runas verdes, vistiendo su vestido rojo favorito. —¡Madre, Padre! ¿Qué es esto? —Se apresura a entrar al comedor y ve a Cedric sentado allí. —Buenos días —Yuki traga saliva—, Cedric.
—Buenos días, Princesa. Debo decir que te ves muy deslumbrante hoy. Tenía la sensación de que despertarías a tus runas desde que volví a las mías —Cedric sonríe y bebe té.