—Es triste que sienta celos de mi mejor amigo cuando sé que no tengo motivo para tener celos. Eres mía y solo mía —Cedric sopló la vela.
—No me importa que sientas celos, pero entonces tendría que tener celos de tu guardián. No te preocupes, solo recuerda que Claude está locamente enamorado de Séphira —Yuki sonrió y tocó la mejilla de Cedric.
Cedric rodeó su cintura con los brazos y levantó a Yuki en el aire. —Eres increíble. Me alegro de haberte capturado para el resto de nuestras vidas —comenzó a caminar lejos de la mesa.
Yuki, riendo, rodeó su cuello con los brazos. —Todo lo que quiero es estar contigo el resto de mi vida. Te amo más que el sol ama a la luna.