—Estaremos en el puesto de carne al que suelo ir y podrás obtener la planta cuando vengas por la carne —Cedric sonrió y colocó su mano en la parte baja de su espalda y la llevó al vendedor de carnes.
—¿No sería más fácil tomar un coche? —Yuki mira a Cedric ligeramente confundida.
—No hay mucho espacio para un coche, pero justo el suficiente para dos bicicletas. Además, a los locales les encanta que los contrates. Cuanto más los apoyas, más amigables se vuelven. Ese chico está ayudando a su madre trabajando para que sus hermanos menores puedan recibir la educación que merecen. Así que cuando le mando un mensaje, viene enseguida porque yo le compré el set de bicicleta que tiene. Le dije que si venía cuando lo llamaba, le pagaría extra. Le permito quedarse con todo el dinero que gana, pero él dice que algún día le gustaría devolverme por mi amabilidad —Cedric sacudió la cabeza.
