—¿Cómo que no está en venta? ¡Tiene un precio, así que es un artículo en venta! —Ella alargó el final de venta y se dio la vuelta para ver a un pedazo de hombre.
—Gracias por todo el esfuerzo en hacer estos artículos especialmente pedidos para mí —dijo Cedric mientras ignoraba los ojos enamorados que estaba recibiendo y entregaba las carteras a Darlene.
—Eva estaría extremadamente feliz de escuchar que dices eso. Como le estaba diciendo, señorita, no puedo venderle estos a usted —respondió Darlene, al principio sorprendida pero aliviada con las palabras de Cedric.
—Oye guapo, ese bolso que es todo negro, realmente no lo necesitas, ¿verdad? —La chica decidió ir tras el chico, pestañeando coquetamente y tocando su brazo.
—Tendría cuidado con quién flirteo si fuera tú y sí, necesito ese bolso así que no te lo voy a dar. Es para mi prometida. A quien amo muchísimo —Cedric parecía indiferente.