Yuki levantó la vista y asintió con la cabeza. —Me quedaré aquí. Siento como si la habitación girara un poco. Creo que me exigiste demasiado al abrir mis ojos. —Cedric la besó una vez más antes de levantarse y salir de la habitación.
Yuki se quedó ahí tendida un momento. Abrió los ojos y pudo ver la magia en el aire y cerró los ojos y su visión volvió a la normalidad una vez que los abrió de nuevo. «Esto va a ser mi nueva normalidad. Me hace sentir un poco mareada pero tal vez sea bueno para que pueda ver otra magia. Cedric es de un impresionante color amarillo dorado. No pensé que sería este color. Me pregunto, ¿qué color tengo yo?» Sacudió la cabeza y cerró los ojos. Esta vez cuando los abrió sostuvo su mano y la hizo invisible. Brilló levemente en verde.