—Estoy molesta porque no cuidaste mejor a tu chica. Se apresuró a seguirte aquí y tú te preocupas más por mí que por ella —suspiró Yuki, mirando a Séphira.
—Deberías saber que tú eres más importante para el mundo nocturno. Yo soy un híbrido de nigromante y hombre lobo. Yuki, estás a punto de convertirte en la reina del mundo nocturno. Comparada contigo, mi vida no vale tanto. No es que Claude estuviera de acuerdo con eso —Séphira se sentó en el otro sofá y miró a Yuki. Tenía una mano en su vientre y bostezó un poco.
—Lo siento, Séphira. No quise dejarte atrás. Yuki tiene razón, debería prestar más atención a ti —dijo Claude alzándose—. Cedric, quiero que tengas más cuidado, ya que no sabes lo que podría pasar. Llevaré a Séphira a instalarse para la noche y luego podemos ocuparnos de los vivos —recogió a Séphira y caminó hacia otra ala de la casa.