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Cedric suspiró antes de mirar a Yuki —No sé, pero tengo la intención de averiguarlo.
—No es propio de ti dejar entrar a un ratón. ¿Eso significa que algo sucedió en la casa y decidieron que yo era el objetivo que necesitaban conseguir? —Yuki dio unos pasos y el hombre empezó a desesperarse.
—¡Eres un demonio y yo quería al menos matarte. Se suponía que ella debió haber pasado hace años y sin embargo sigue viviendo! —El hombre fijó su mirada en Yuki.
—¿Así que es eso? Un demonio que es precioso. Desearía poder quedarme aquí y disfrutar de un rato de juego, pero tengo unos aperitivos que me están esperando. Dejaré esto en tus manos, Cariño —Yuki hizo un gesto seductor y retrocedió y comenzó a beber el slush puppie como si nada hubiera pasado.