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—Iremos al siguiente lugar. Hay algo que me encantaría comer. Es algo que te va a encantar. Sé lo goloso que eres. Tengo una idea de lo que vas a escoger, pero primero, vamos a la tienda de baratijas que señalaste —Cedric la guía fuera de la boutique—. No me gustan los lugares pretenciosos como ese. Tienden a tratar a la gente como campesinos y solo les importa si la persona parece que tiene dinero. Estamos bien vestidos pero si lleváramos ropa diferente nos mirarían con desdén.
—Si ese es el caso, no volveré allí. Pensé que tenían artículos muy bonitos, pero si tratan así a los clientes, prefiero no regresar —Yuki sigue felizmente a Cedric y van hacia el puesto de baratijas. Ella mira todo y no ve nada que le llame la atención, pero estaba contenta de haber mirado.
Cedric observaba mientras ella miraba los artículos sonriendo —No dudes si ves algo que te guste.