—No me importa. Yo tampoco sabía y se me inculcó que debía aliviar a mi Amo pero nunca fui tocado por nadie. Me forzaron a mirar pero nunca hice nada —Yuki se sonrojó pero no apartó la mirada.
—¡Aquí tienen sus crepes! —La vendedora sostenía los crepes de Yuki y Cedric.
Cedric se giró y tomó ambos. —Gracias —Se volvió hacia Yuki y le entregó el que estaba lleno de nata montada. Comenzó a guiarla hacia un banco para sentarse.
Yuki tomó el crepe y siguió a Cedric hasta el banco. Se sentó con cuidado de no romper las figuras de la bolsa. Una vez sentada, dio el primer bocado. La nata montada llenó su boca y soltó un suspiro. —Esto es increíble. Gracias por invitarme a esto, Cedric, estoy tan contenta de haberlo probado por fin. ¿Es la primera vez, verdad?