—Eso es un cono de nieve. Te conseguiremos uno para que lo pruebes. Es un postre frío y helado pero tiene una cantidad decente de sabor —Cedric dio un paso adelante y guió a Yuki a todos los diferentes puestos. El primero al que fueron vendía extrañas gemas o eran piedras talladas en diferentes formas—. ¿Ves alguna que te guste? —Cedric la miraba con una sonrisa tierna.
—Ah, estaba pensando entre la tortuga, el gato y el zorro. No estoy segura de cuál elegir —Yuki señaló la tortuga de jade blanco, el gato de obsidiana y el zorro de cuarzo ahumado.
—Entonces te conseguiremos las tres. No hay nada malo con obtener todas las que quieres —miró al vendedor y asintió con la cabeza.
—Como es para la bella dama, os haré un descuento, así que digamos cuarenta dólares por las tres —el hombre recogió las piedras, las envolvió y las colocó en una bolsa antes de entregarlas.