—¿Blanco? ¿Es porque realmente nunca lo he llevado puesto antes? ¿O hay otra razón por la que quieres verme de blanco? —Yuki lo mira sorprendida al sentir cómo su miembro se endurece.
—Hay varias razones por las que quiero verte vestida de blanco. Ha sido un deseo mío, pero tú eres una princesa de la noche. El vestido que has apartado para algo que haremos juntos más adelante en el futuro, ni siquiera estoy seguro del color, pero siempre he deseado que fuera blanco. Lo descubriré más tarde, una vez que tus recuerdos vuelvan y finalmente recuerdes dónde está escondido tu vestido —murmura Cedric la última parte.
—No recuerdo de qué vestido hablas, pero apuesto a que es hermoso. Tengo ganas de recordarlo, Amo Cedric. La limusina se ha detenido, ¿deberíamos ir a hacer las compras ahora? —Yuki hace esta pregunta pero no se mueve para bajarse de su regazo.