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Después de llegar al cuartel general de la pandilla del Loto Azul de Hielo, dos de los subordinados de Xiao Tian pusieron a Lishang en prisión inmediatamente.
Cuando Lishang vio a los miembros de Hong y de la banda Hawk, su expresión se tornó aterrada.
—¿Me van a torturar más tarde? ¿Y por qué no me rompen las piernas como a los otros? ¿Será que quieren torturarme después? —pensó.
Cuando Lishang vio los moretones en sus caras, supo que no había pasado mucho tiempo desde que los torturaron. Esto le hizo arrepentirse profundamente de sus acciones.
Sí hubiera sabido que más tarde sería torturado por Xiao Tian, no hubiera aceptado la oferta de golpear a Xiao Tian.
Sin embargo, ya era demasiado tarde. No podía cambiar nada ni volver atrás en el tiempo. Solo esperaba que Xiao Tian lo liberara pronto o que pudiera escapar más tarde.
