—No sabemos la ubicación del Arte Marcial de la Espada Lunar —Zhao Chen respondió de inmediato—. Hace cinco años, el Arte Marcial de la Espada Lunar desapareció repentinamente sin dejar rastro. Nadie sabe dónde están ni la razón por la que desaparecieron de esa manera.
La expresión de Xiao Tian se tornó triste. Sus esperanzas de practicar artes marciales con discípulos de la misma escuela de artes marciales se hicieron añicos.
Zhao Chen solo pudo suspirar al ver la expresión de Xiao Tian.
—¿Por qué no le preguntas a tu maestro?
—Mi maestro falleció —Xiao Tian no tuvo más remedio que mentir porque era imposible decirles que su maestro de artes marciales estaba en un mundo diferente.
—¿Qué?! ¿Falleció? —Zhao Xun y Zhao Chen solo pudieron suspirar tras escuchar las palabras de Xiao Tian.
Antes, pensaron que podrían volver a encontrarse con la gente del Arte Marcial de la Espada Lunar, pero parecía que era imposible porque el maestro de artes marciales de Xiao Tian había fallecido.