Ye Xueyin de inmediato bajó la cabeza y se puso a jugar con los dedos. —Tu padre aún está vivo.
—¿Dónde está ahora? —Xiao Tian repitió su pregunta.
—No lo sé —Como antes, Ye Xueyin seguía con la cabeza baja.
—¿Me puedes contar qué ocurrió entre ustedes en el pasado? —Xiao Tian quería saber por qué se divorciaron.
—Es que… —Ye Xueyin no pudo terminar sus palabras como si las palabras se le atoraran en la garganta. Entonces agarró sus manos y lo miró a los ojos—. Tian, aunque nos hayamos divorciado, no deberías odiar a tu padre. Hay una razón por la que nunca nos visita.
—¿Me puedes decir la razón por la que nunca nos visita? —Xiao Tian preguntó—. Tú conoces la razón, ¿verdad?
—Una de las razones por las que nunca nos visita es que quiere protegernos —Ye Xueyin dio una respuesta sincera.