Sus palabras la sorprendieron mucho. Lan Ruoxi no esperaba que Xiao Tian la invitara a ir con ellos.
No solo Lan Ruoxi, sino también Yanmo y los demás estaban sorprendidos. Por supuesto, no dijeron nada porque Xiao Tian era su jefe.
Si Xiao Tian quería llevar a Lan Ruoxi con ellos, lo que dijeran, Xiao Tian no los escucharía.
Incluso había una alta posibilidad de que Xiao Tian se enojara con ellos si le prohibían llevarla.
—¿Estás seguro? —Lan Ruoxi quería asegurarse de que Xiao Tian no estaba bromeando.
—Sí —respondió Xiao Tian mientras asentía con la cabeza.
—De acuerdo. Iré con ustedes —como Xiao Tian no estaba bromeando, Lan Ruoxi aceptó inmediatamente.
—Pero no podemos permitir que aparezcas frente a los reporteros más tarde —Xiao Tian pensó que sería peligroso si Lan Ruoxi aparecía frente a los reporteros porque levantaría sospechas.
—Lo sé —por supuesto, Lan Ruoxi sabía que no debía aparecer frente a los reporteros.
