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—¿Dónde está madre? —preguntó Xiao Tian cuando solo vio a su tía en la sala de estar.
—Tu hermana mayor todavía está en su tienda —respondió Ye Qingyu al instante—. No esperaba que regresaras a casa tan temprano. ¿No dijiste que tenías mucho trabajo por hacer?
—Bueno, ambos dijeron que querían pasar tiempo conmigo, así que decidí venir a casa temprano. También planeo llevarnos a algún lugar ahora —Xiao Tian dio una respuesta sincera.
—¿De verdad? ¡Qué bien! —Ye Qingyu se alegró después de escuchar sus palabras. Luego sacó su smartphone del bolsillo y llamó a su hermana mayor.
—¿Hola? —Ye Xueyin habló después de contestar el teléfono.
—Hermana mayor, Tian ha vuelto a casa. También dijo que quiere llevarnos a algún lugar ahora —Ye Qingyu informó a su hermana mayor que Xiao Tian quería llevarlas a algún lugar.
La cara de Xiao Tian se iluminó con una sonrisa después de escuchar las palabras de su tía porque, por su voz y expresión, cualquiera podía decir que estaba emocionada.