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Sin embargo, cuando los labios de Xiao Tian estaban cerca de los de ella, Lan Ruoxi puso su dedo índice sobre los labios de él para detenerlo. —¿Vas a besarme en un lugar público otra vez?
—Pero ¿no dijiste que somos amantes? ¿No es normal que los amantes se besen? —Xiao Tian dijo eso sin ningún descaro. En ese momento, sus caras aún estaban cerca.
—Jeje. Parece que quieres aprovecharte de la situación otra vez, ¿eh? —Aunque fingían ser una pareja, Lan Ruoxi no dejaría que Xiao Tian la besara a su antojo, especialmente en lugares públicos.
Debido a que Lan Ruoxi lo detuvo de besarla, Xiao Tian no intentó besarla de nuevo. —Bueno, aunque fallé en besarte ahora, te besaré de nuevo si te atreves a burlarte de mí.
—Deberías besar a tus novias en vez de eso —respondió Lan Ruoxi.
—¿Cómo voy a hacer eso? Ellas están en Shanghái y yo estoy en Pekín ahora mismo —respondió Xiao Tian al instante—. Si estuvieran aquí conmigo, las habría besado.
