—Ya estoy en casa —dijo Xiao Tian después de entrar en su apartamento.
Antes, antes de viajar a su apartamento, fue a la empresa Ropas Estrellas para tomar un baño porque su ropa y cuerpo estaban cubiertos de sangre.
Sabía que sus mujeres se preocuparían si lo veían cubierto de sangre. Por eso decidió ducharse antes de ir a su apartamento.
«¿Dónde estarán? ¿Estarán durmiendo?»
Como Liu Ning y Shi Fei no estaban en la sala de estar, Xiao Tian se dirigió inmediatamente hacia su habitación pensando que estarían en su dormitorio.
Como Xiao Tian había supuesto, Shi Fei y Liu Ning estaban en su habitación. Estaban tumbadas en la cama charlando alegremente.
Cuando notaron a Xiao Tian, dijeron al unísono:
—Bienvenido a casa.
Con una sonrisa suave en su rostro, Xiao Tian se acercó a ellas:
—Parecen felices. ¿Pasó algo bueno hoy?
—Solo estuvimos charlando entre chicas —respondió Shi Fei antes de girar su cabeza hacia Liu Ning—. ¿Verdad, Ning?